Cuando llevas la atención al sonido de tu respiración podríamos decir que activamos la música de nuestro cuerpo, nuestra propia banda sonora.
Si antes de hacer cualquier movimiento inicias la inhalación o la exhalación, el movimiento que viene después se sintoniza con tu vibración, pruébalo.
En yoga vinyasa es lo que practicamos, movernos al ritmo de nuestra respiración, llevar consciencia al momento presente.
No importa si crees que la postura está mejor o peor ejecutada, solo fluye al ritmo de tu respiración.
Poco a poco, las exhalaciones se irán alargando y eso calmará nuestra mente.
Te dejo esta mini secuencia para practicar de pie, ahora, sin excusas.
Y en tu día a día prueba a hacerlo, con los movimientos habituales.
Se vive diferente siendo consciente.
Namasté!