Con un par!
El lunes estaba sola en casa, había una inquietante calma chicha y cuando sonó el pip, pip de alerta por lluvias, fue como “¿cuanta gente hay aquí cerca que no veo?”.
El pip, pip sonaba como un eco alrededor mío mientras que en la calle no había nadie.
Ese pitido me dejó en tensión todo el día. Fue como volver al pasado, en aquella época del Covid en la que iba a trabajar sola por la autopista.
Sí, pensarás que era afortunada por poder salir, pero la verdad es que muchas veces pensaba que ojalá lo pillara para poder estar en casa y descansar.
Vendía EPIs, o lo intentaba, porque no había casi de nada. Y cuando llegaba a casa era como si volviera de viajar 14 horas en un avión sin moverme. Anquilosada, con los hombros contracturados.
Dediqué mi clase de Yin yoga del miércoles a esto, a relajar los hombros y el peso simbólico que soportan.
Recuerda que puedes venir gratis a probar una clase.
Miércoles, Sala Silencio Barcelona a las 20 h.
💊 Te dejo aquí una píldora por si tú también quieres disfrutar de ir más ligera hoy. Necesitarás un par de pelotas 🥎🥎 de tennis o pàdel.
Adventencia: no pongas la pelotita bajo los hombros si estás embarazada. No dejes la pelota sobre los huesos.
La parte positiva de lo que ha sucedido con la DANA es que nos ha vuelto a recordar la importancia de la solidaridad y ha vuelto a poner el foco en lo común, en el compartir, en el entender que no estamos solos, aunque a veces lo parezca.
Un abrazo desde aquí a todas las afectadas que me estéis leyendo.
Si necesitas emitir algún mensaje para solicitar ayuda de algún tipo que no esté llegando, pongo a disposición mi newsletter.
Raquel
P.D. MÁS INTENSO QUE LAS PELOTAS; Nos quedan 3 plazas para las colonias de adultos, que aunque no van a borrar lo sucedido, nos permitirán estar en buena compañía. Del 22 al 24 de Noviembre
https://bosquejart.my.canva.site/
P.D.2 Si has empezado con los sofocos o quieres aprender antes de que aparezcan, vente al taller de yoga del sábado 30 de noviembre.
Hablamos también de cómo empoderarte para pedir lo que necesitas, de ponerte a tí en el centro. Porque el impacto de los sofocos no es sólo el sudor.