La fuerza y determinaciones femeninas nunca dejan de sorprenderme.
El finde pasado estuve de retiro de yoga y había una mujer, Núria.
Recién jubilada se había apuntado y nunca, nunca antes había practicado yoga fuera de su casa porque practicaba online.
Es más, no conocía al profe físicamente, sólo lo había visto desde la pantallita.
Y, agárrate, era la primera vez que hacía algo “ella sola” y dejaba al marido en casa.
Núria se lo pasó increíble, era como una niña con zapatos nuevos.
Y es que tendemos, de manera natural, a vivir en modo reactivo; a hacer las cosas porque sabemos que tenemos que hacerlas, porque siempre las hicimos de ese modo.
Todo eso nos puede hacer caer en la inercia, en hacer las cosas sólo porque si.
💊 Te propongo responder a estas preguntas:
¿De qué cosas quiero más en mi vida?
¿Qué sensaciones quiero desterrar?
¿Con quién quiero trabajar?
¿Cómo quiero pasar mi tiempo libre?
Cuando veo la magia en los ojos de Núria, pienso que quiero cultivar el ver las cosas como si fuera la primera vez.
En pintura pasa un poco parecido porque tienes que alejarte todo el rato de lo que crees que es a lo que realmente ves.
Te das cuenta de cómo vamos con un traductor constante activado y aunque es un trabajo personal, es importante juntarse con los que te ayudan a cultivar ese “saber mirar”, ese “saber vivir”.
Con el corazón desbordante, los ojos muy abiertos y la risa fácil.
Namasté,
Raquel
P.D. Si quieres ser como Núria e iniciarte en el yoga pasito a pasito y de manera segura, tienes mi curso online disponible donde te llevo de la mano y suave, suavecito te verás sonriendo cuando diga “vamos a Balasana”. Y quién sabe si algún día nos desvirtualizaremos en un retiro …